Alguna vez le tenía que tocar, ¿no?. Después de que en el último GP rompiera el coche tras un montón de vueltas sudando la gota gorda para puntuar (todos sabéis lo que le pasó con el cambio del Ferrari), ahora su fiabilidad le ha dado su premio.
Y algunos dirán "que morro, segundo sin haber adelantado a nadie", pero están equivocado. Primero, este segundo puesto es merecido por la fiabilidad del coche. Hamilton terminó destrozando la suspensión, su coche falló.
Segundo, este segundo puesto es merecido por la concentración que siempre mantuvo Alonso. Vettel perdió su puesto por un error de conducción que le llevó a la cuneta y que le obligó a entrar en boxes.
En definitiva, todavía quedan esperanzas para verle de nuevo campeon del mundo.
LL&P
lunes, 10 de mayo de 2010
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