Esta también es mi casa

No ha sido un capítulo tan filosófico ni tan intenso emocionalmente, a mi modo de ver, como el anterior, pero se ha avanzado mucho en saber qué ha pasado.

El comienzo ha sido trepidante, la física cuántica explicando lo que podría pasar: ¿Y si Janice no tuviese hijos? En realidad parece que nos quiere decir que nada está escrito. Es la base de esta serie: Destino frente libre albedrío. Aunque parece que en el caso de la doctora Olivia, nada de lo que hace parece funcionar, se ve abocada a ser infiel. Reconoced que se os ha helado la sangre cuando el niño aparece en la casa de Mark y saluda como si nada a Charlie. Y la cara de la doctora cuando le ve al padre y la cara del padre cuando la ve a ella y la cara de Mark cuando les ve a todos. Impresionante.

Bueno, ya sabemos más, Simon (Simon, que conste en acta) y el padre del niño autista (lo siento, no me acuerdo del nombre) son los responsables del Flash Forward en un experimento de física cuántica. ¿Sobre viajes en el tiempo? Pues esa es mi teoría. Mi santo pone como óbice a esta teoría una gran pregunta ¿Por qué las pruebas en Somalia? Pues aún no lo sé, pero todo llegará. Además, vemos que la pista de la mano azul es bastante fiable.

Me quedo con dos cosas: El misterio que rodea al agente del FBI que ha acompañado a Dimitri durante todo el episodio, ¿qué le pasa que le afecta tanto? Y por otro lado, hasta que punto Mark y Olivia se enfadan por su futuro de tal forma que hacen que ese mismo futuro se vuelve realidad. Irónico, ¿verdad?

LL&P